A continuación podrás ver una a una las 30 fotografías seleccionadas, de las miles que hice en Irán a sus gentes. La mayoría de las fotografías son “robadas” y hechas en automático, para poder plasmar la instantánea del momento.
Cada fotografía cuenta una historia, la que yo viví, con el alma y la mente abiertas, que intentaré resumir en unas pocas frases.
Aquí tienes un vídeo resumen, después, más abajo la explicación de cada una de las fotografías.
Clic en la imagen para ver el video resumen
EXPOSICIÓN FOTOGRÁFICA (del 25 de noviembre al 31 de diciembre de 2021)
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1- JÓVENES CON NUEVAS IDEAS
En mi primera expedición por el país persa, intuí una “discreta revolución” entre los jóvenes del país. A pesar de que el régimen, impide el acceso de la población a muchas redes sociales, la mayoría de ellos, buscan la forma para conectarse con el resto del mundo.
En Teherán, puede ver como las chicas jóvenes se ponían ropa ceñida al cuerpo e incluso, las más atrevidas llevaban una especie de trenzas africanas que dejaban ver por debajo de su velo.
Hartos de esta formar de vivir en el siglo XXI y conocedores todos y sobre todo ellas, de que hasta el año 1979, año de la REVOLUCIÓN DE LOS AYATOLLAH o Revolución Islámica, eran uno de los países más avanzados que existían y de la libertad para vestirse y peinarse que tenían, intentan dar pasos “clandestinos” para quizás, algún día recuperar su libertad.
Mujeres mayores, me enseñaban cuando no había nadie delante y a escondidas, fotografías de cómo eran ellas antes y cómo tenían que ir ahora, y esto, siempre acompañado de un gesto de “asco” y de RESIGNACIÓN.
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2- UNOS VAN Y OTRAS QUIEREN VOLAR
Iraníes resignados a vivir de esta forma y muchos otros, sobre todo ellas, las grandes perjudicadas en estos países, con ganas de irse y soñando con otra forma de “ser”.
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3- LA TRADICIÓN
En Abyaned, uno de los pueblos más antiguos de Irán, las mujeres llevan por tradición velos floreados, coloridos, alegres, que contrastaban con lo que se suele llevar en el resto del país.
La primera vez que visite el país persa, coincidió con el Muharran, algo parecido a nuestras Semana Santa y aquí toda la población vestía prácticamente de negro y ellas además con el chador, una vestimenta larga hasta los pies, que tapa su cabello, brazos, piernas y que por su puesto oculta las líneas del cuerpo.
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4- LA SIESTA PERSA
Casualidad o no, en Irán me encontraba a muchas personas practicando esta sana costumbre.
No vi obviamente a ninguna mujer, pero si a muchos hombres tumbados o recostados en cualquier lugar, como podéis comprobar también en la siguiente fotografía de esta exposición “30 de 1000“.
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5- LA SIESTA. . .
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6- EL DURO TRABAJO MANUAL
Una de las cosas que más me “dolía”, era comprobar como un país que había sido un referente, donde por ejemplo el sistema hospitalario europeo, es herencia de los persas, han terminado en una situación tan lamentable. No hay horarios, ni la más mínima seguridad laboral, los niños trabajan desde pequeños y las herramientas escasean, teniendo que usar las que se fabrican y con lo que pueden hacerlo.
Fijaros en la fotografía y en el cubo que usa el niño, sí, efectivamente era el cajón de una nevera.
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7- ESCONDIDOS Y EN LIBERTAD
Como he comentado muchas veces, la mayoría de estas fotografías son “robadas”, hechas en automático para no perder la instantánea del momento y sobre todo para “no molestar a nadie”. Prefiero una mala fotografía a incomodar o hacer sentir mal a alguien para llevarme el recuerdo, es más, a veces esas imágenes sólo se han quedado guardadas en mi disco duro, porque he preferido vivir el momento.
Ésta es una de mis preferidas, porque es algo que está penado por el régimen y estaba ocurriendo en un Jardín de Isfahan. Una pareja, como cualquier otra pareja de Europa por ejemplo, pasando un rato sentados en un jardín, la única diferencia es que para ello se tenían que esconder.
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8- DEPORTE EN ISFAHAN
Y fue en Isfahan, donde precisamente vi por primera y también ultima vez, un gimnasio al aire libre. Una ciudad con tradición deporta y que bajo mi punto de vista tiene unos jardines de los más bonitos que he conocido.
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9- LOS PASOS POR DELANTE
Los pasos que debe de guardar la mujer musulmana detrás del hombre, para caminar juntos en la calle.
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10- LA ETERNA SONRISA
A los pocos días de estar en el país persa, ya te das cuenta de que su rasgo principal es, “su sonrisa”. Lo único que puedo decir de la mayoría de esta población, es que son generosos y amables. Siempre te responden con una sonrisa y la mano en el pecho.
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11- EL CONTRASTE
Shiraz, la ciudad de los poetas y de las flores, y yo añadiría, de los contrastes. Allí existe una mezcla de tradición y modernidad. Fue la ciudad donde vi a jóvenes, sobre todo hombres, con peinados y ropa muy modernos.
Esta fotografía es un “guiño”: la modernidad adelantando a la tradición.
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12- LOCURA CAUSADA
Otra foto “robada”. La historia de aquella señora sin nombre enfadada con la vida.
Intuí por la cara que me ponían los demás, que se la había ido la cabeza.
Abrazada a su cuaderno, escribiendo allí sentada y en su mundo que posiblemente era más libre.
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13- ALGUNAS TIENEN MÁS SUERTE
Una familia iraní, que podía permitirse tener niñera y un chófer.
El régimen no es igual para todos.
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14- IMPARABLES
Ser mujer decidida en Irán, te puede acarrear problemas.
Estas mujeres que día a día, se enfrentan pacíficamente al régimen son admirables, en un país en el que ponerte ropa un poco ceñida o pintarte las uñas se puede considerar un acto de rebeldía y una falta de respeto.
¡Por ellas!
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15- ENCERRADAS
No sólo las encierra el chador, sino el miedo.
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16- MADRASA EN YAZD
Las madrasas son escuelas religiosas.
En la ciudad de Yazd, pude presenciar una clase en farsi para un grupo de jóvenes.
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17- DIFERENTES MOMENTOS
Se va a lo lejos la resignación y se queda el futuro, sentado en el presente de un país ¿sin esperanza?.
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18- MEMORIAS BORRADAS
Sin memoria histórica en muchos jóvenes que han nacido con el régimen impuesto.
Jóvenes que no saben lo que fue antes Irán. Personas que crecen sin más referente que el autoritarismo de los hombres y con la firme creencia de que la función de la mujer es obedecerles.
Cuando arrancas la mala hierba todo crece más sano, pero cuando la riegas la haces más y más fuerte.
Fue con este pastor, que no tendría más de 25 años, con el único hombre con el que tuve un problema serio en el país. Él quería algo más, a cambio de estas fotos para las que le pedía permiso.
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19- LA NIÑA Y LA ASTRONAUTA
Y todo terminó en un juego.
Aparqué mi moto fuera porque quería visitar aquella mezquita. Cuando entré allí estaba ella, corriendo asustada por verme vestida con la equipación de la moto. Poco a poco fue confiando y todo terminó en un bonito juego donde ella se escondía y yo la encontraba.
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20- LOS OMNIPRESENTES
Vayas donde vayas, siempre aparecen varios retratos, prácticamente a cada paso, de los Ayatollahs Jomeini.,
Ruhollah y Ali Jomeini.
Es como si te estuviesen observando continuamente y quizás sea la verdadera función de tantos retratos de ellos a lo largo de todo el país. Hasta en el pasaporte, aparece Jomeini en cada una de sus hojas, tal y como me indicó una chica que lo comparaba el mío.
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21- LOS OFICIOS
Y con la poca herramienta que tienen, hacen verdaderas obras de arte.
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22- TANTOS PANES COMO LUGARES
De todos los “panes” que he ido probando, por los diversos países del mundo, el que más me ha gustado es el iraní, en todas y cada una de sus diferentes maneras, ya que en el país persa, cada zona fabrica un tipo de pan diferente; lo hay que parece una torta, una palmera o papel doblado a modo de grandes servilletas.
Sea como fuere, todos ellos exquisitos, al igual que su rica gastronomía.
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23- TRANSPORTE PARA TODA LA FAMILIA
Las motos se convierten en verdaderos medios de transporte familiar.
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24- LO COTIDIANO Y LOCAL
No existen centros comerciales, ni en su capital Teherán vi ninguno. El fuerte embargo que sufre el país hace que casi todo sea producto local.
Sus gentes hacen la compra en sus pequeñas y coloridas tiendas y así aprovechan para conversar un rato.
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25- NOS VAMOS DE TIENDAS
¡Sin comentarios!.
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26- AIRE LIBRE
A los iraníes les encanta estar al aire libre. En cualquier parque te los puedes encontrar, con toda su familia disfrutando de un día de picnic, o como en este caso, en medio de su ciudad improvisando una tertulia.
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27- HOMBRES COCINANDO
En las calles de Shiraz, en mitad de la celebración del Muharram, me encontré a este grupo de hombres que cocinaban. Me intentaron explicar lo que hacían, pero solo hablaban farsi, así que intuí por sus gestos, que era algo relacionado con esta época de recogimiento. Sea como fuere, no dudaron en dejarme hacer fotografías de todos ellos.
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28- EL HOMBRE QUE BESÓ MI MANO
Circulaba con mi moto por un camino polvoriento y de repente apareció él. Su rostro castigado por el sol y su mirada contaban historias sin decir palabra. El hablaba farsi y a pesar de no entendernos, nos comunicamos.
Le pedí una foto y posó para mi: se abrochó el botón alto de la camisa, tiro su azada y adoptó una postura erguida para que mi cámara plasmase aquel momento. Cuando me despedí, el cogió mi mano, algo absolutamente prohibido para ellos y me la besó con total elegancia y caballerosidad. Me marché preguntándome, ¿Quién habría sido esta persona antes del 79?.
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29- EL EXILIO Y EL PERDÓN
Muchos fueron los exiliados iraníes, que tuvieron que irse a diferentes lugares del mundo, tras la Revolución Islámica, mayoritariamente a Europa.
En mi recorrido por el país persa, conocí a un par de hermanas iraníes, pero con nacionalidad francesa, que volvían de “vacaciones” a Abarkuh. Tuve la suerte de pasar unos días con ellas, e incluso conocer a las autoridades de la zona, con las que hablaban, para intentar ayudar a que su pueblo recibiese turismo y con ello riqueza.
Las pregunté como es que volvían a Irán, si tuvieron que exiliarse en muy malas condiciones, y ellas me dijeron, que el pueblo francés a ellas, las había ayudado mucho cuando llegaron allí sin nada, que mucho iraníes también las habían ayudado y que creían que era el momento de devolver aquello que hicieron por ellas, ayudando a otros.
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30- LOS POLÍTICOS SON UNA COSA
Así es la gente iraní.
Generosos, pacíficos, amables, anfitriones y que te regalan sonrisas por la calle, acompañadas del famosos WELCOME TO IRAN, que escucharía tantas veces en el país persa.
Todos, me decían siempre, “los políticos son una cosa, pero nosotros el pueblo, somos otra”.
No somos terroristas.