Herri Torrontegui

ENTREVISTA A HERRI TORRONTEGUI

GRAN PILOTO DE LA PERSEVERANCIA Y VALORES

Hoy os traigo la entrevista que le hice a Herri Torrontegui, piloto nacido en Górliz, Vizcaya, que entre otras alegrías nos dio la del año 1989 alcanzando una cuarta posición en 80cc en el Campeonato del Mundo de Motociclismo.

Actualmente sigue vinculado al mundo de las dos ruedas, donde entre otras cosas, ejerce de “relaciones públicas” para el Ovimpia y es socio y gerente de la empresa Racing Tolua, participando activamente en todos los encuentros que se organizan relacionados con este apasionante mundo de las dos ruedas.

Es la entrevista a un gran piloto que tiene los pies en la tierra, cercano, humilde y grande a la vez. Se define como perseverante, ahora, con los años, dice que es más conformista y que es una persona a la que sus padres le han enseñado a trabajar desde que era un niño. Un ejemplo que sienta cátedra para futuros pilotos donde los valores que Herri transmite aportan un plus para todo aquel que se quiera dedicar al mundo de la competición.

HERRI

Tu nombre real no es Herri, sino Francisco Javier Torrontegui, ¿De dónde viene?

Herri sonríe y asiente con la cabeza. Pues si, esto viene de cuando era chiquitín, yo era el menor de siete hermanos, y ya sabes, iba heredando la ropa del resto, a veces, pues me quedaba más grande y un amigo de mi “aita” me veía y decía que andaba como un herritxi o pueblerino con los pantalones caídos y a mis hermanos les hizo gracia, herritxi, herritxi, herrit, herri y ¡Ala! Desde que tenía siete años es como me llaman y como me conoce la gente. ¡HERRI!.

Herri, no provienes de familia motera, ¿Cómo empezó todo y qué años tenías?

Pues con siete años que me regaló una moto la familia. Había conseguido mi hermano Alejandro una “Cota 25” y realmente la afición me viene por él, por mi hermano, era él quien tenía las motos en casa, yo iba a ver sus carreras, él hacia moto cross, subidas en cuesta, etc. y él es el que trajo la afición a la familia. Yo era un niño pequeñito, me ponían una moto delante y era un juego, tienes la suerte encima de tener una moto que no la tiene nadie en clase cuando vas al colegio, jejejeje.

¿Qué pensaron tus padres cuando les planteaste, “voy a pilotar de verdad”?

Pues, lo cierto es que en la época mía, siendo el pequeño de siete hermanos y mis padres unos trabajadores humildes que tenían una tienda de ultramarinos con un bar y estaban de sol a sol trabajando para criarnos a todos, ya te puedes imaginar, cuando les dije que quería dedicarme a las motos, hasta casi se rieron, porque no tenían muy claro el que yo tuviese la idea tan fija y les dije que me iba a ir a Barcelona, así que como no había sido buen estudiante mi hermano me consiguió un sitio para trabajar con catorce o quince años creo que era, y les dije que allí es donde estaba lo de las motos. Ellos pensaban que no (sonríe Herri), pero si, si, allí me fui y hasta ahora.

¿Cuál ha sido el mejor momento para ti?

Buff, de los buenos es de los que siempre te acuerdas, y cuando te vas haciendo mayor los malos se te van olvidando. El mejor momento, el mejor momento es éste, cuando rememoro mi historia, cuando me acuerdo de mi familia y sobre todo de mi hermano Alejandro, el mayor culpable de que yo sea quien soy y que la gente me reconozca y venga a un evento no para hacer bulto, sino como parte protagonista, estos son los momentos con los que me quedo, porque el resto los intento olvidar; era y es un privilegio estar haciendo lo que te gusta y como todo lo bueno siempre se pasa rápido.

Pero, por ejemplo, cuando ganaste en Jerez, ¡Menudo momento, no!

Si claro, por supuesto, pero realmente revives todo eso cuando alguien te trae una foto para firmar, y recuerdas aquello, ¡Vivimos en un vorágine diaria donde el tiempo pasa sin darte cuenta! y es cierto que Jerez será siempre inolvidable; hace unos años tuve la suerte de volver a montar en una moto de carreras allí, en el GP Legends y me parecía que había sido antes de ayer cuando había corrido, me acordaba del circuito, de cada margen y de cada curva, era volver otra vez a revivir aquello, lo cierto es que lo único que se me hacía raro, era no ver gente en las tribunas; creo que tenemos la mejor afición del mundo. Poder ganar en Jerez es lo mejor para un deportista.

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¿Y lo peor Herri, cuál es tu peor recuerdo?

Umm algunos, si. Por ejemplo en el pie derecho tengo una lesión con una placa que me impide moverlo del todo, entonces no puedo correr, me quedé ¡cojo!, y cuando llega el momento en el que te apetece hacer algo, pues no puedo, y entonces es cuando me viene todo esto a la cabeza. La sensación tan grande de dolor, como la que tuve cuando se me metió el pie en la rueda, estando en la primera fila de la parrilla de salida en la República Checa, me toqué con un piloto, me enganchó el manillar, me caí y hay fue cuando tuve un estallido de todo el pie, me operaron cinco veces, estos momentos, son los que más te marcan porque siempre te queda esta secuela; la parte buena, estar aquí tú y yo pudiendo hablar de ello, pero éstas son las peores cosas de nuestro deporte. Afortunadamente yo estoy aquí, recuerdo que la semana anterior a este accidente que fue en el año 1994, me había ido yo desde mi pueblo Górliz hasta Bilbao en agosto, como ofrenda a la Virgen de mi pueblo para que no me pasara nada y había subido todas las escaleras descalzo, entonces cuando ocurrió el accidente le dije a mi madre “ama, mira lo que me ha pasado, tranquilo hijo, convéncete de que lo tienes que dejar, estás vivo y lo puedes contar y si no llegas a venir a ver a la Virgen a lo mejor hubiese sido peor con todo lo que te pudo haber pasado”, esos ratos son los chungos, chungos de verdad.

Es un deporte, que a los que nos gustan las motos, ¡Pues no vemos el riesgo!, es lo que tenemos en la sangre y cuando coges una moto lo que quieres es correr.

Ayer hablábamos del reportaje sobre la “generación asturiana del empujón”.

¡Eso!, ¡Se ha perdido!, no todo, pero ya no es lo que era. Fíjate, que cuando me enseñaste la foto ayer, saqué el móvil y la fotografié para enviársela al resto de los que aparecíamos en ella; antes, aunque éramos rivales nos llevábamos bien y todavía conservamos esa amistad; Hace tiempo en Jerez, nos juntamos y estuve comiendo con Cardoso, con Manolito Hernández, su mujer, en fin. No había la profesionalidad que hay ahora para todo, teníamos una dedicación, nos entregábamos en cuerpo y alma, todo el día estábamos trabajando para conseguir patrocinadores, aquel mecánico que sabía un poquito más, intentando prepararte cada día mejor y luego llegabas a los circuitos y aunque cada uno tenía su patrocinador, siempre nos andábamos prestando cosas porque muy pocos tenían todo, así que siempre tenías que recurrir al uno o al otro. Nosotros hemos estado compartiendo box con Alberto Puig en el año 1989, 1990, quien tras sufrir un incidente en el túnel al quedarse enganchado su trailer, no pudieron montar el suyo, así que se lo dejamos, yo corría en 80cc y 125cc, le hicimos un hueco y estuvieron jutas su moto, la mía, los mecánicos de ambos, eso ahora ¡Es impensable!, el dinero condiciona bastante más y no creo que les importe tanto la gente, se han convertido en muchos casos en personajes, aunque están muy preparados y saben expresarse perfectamente en este mundo, ahora está todo muy mecanizado y antes lo teníamos que procesar todo, las motos eran casi artesanas, ahora son prototipos con un montón de ingenieros detrás que le restan mucha emoción, entonces parece que el piloto pasa a estar en un segundo plano, aunque la destreza del piloto siempre va a marcar la diferencia, ¡No le podemos quitar ningún mérito!, ni muchísimo menos, pero está todo muy marcado. Ahora ya es un negocio tan grande, que hacemos que vaya mucha gente a dejar allí dinero y al final no se convive. Antes tenías en la puerta, a uno que había venido a verte desde Alemania y ahí tenían dos pases, comían con nosotros; ahora, esto, ni hablar, los pases están todos personalizados, sabes quien va a venir, es todo apariencia, ¡Se ha perdido esto!. Hay que decir, que los pilotos de ahora son atletas, se entrenan mucho, tienen esa posibilidad y además se deben a esa responsabilidad porque ganan mucho dinero, aunque a veces me hace gracia, cuando te dicen que cobran tanto porque se juegan la vida, ¡la vida nos la hemos jugado todos, te guste o no te guste!, ¡Ojo!, que lo entiendo ¡Eh!, aunque no lo comparto, pero bueno, hay que decir, que por ejemplo para mi Márquez es un tío que se lo ha currado mucho, sabe lo que quiere y es tremendamente bueno, y eso no se discute, pero la parrilla hay que llenarla y hay mucha gente muy sacrificada que tiene muchos valores.

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                                                                                                                                                                   Fuente – fotografia de 2t racing

¿Qué te dio y qué te quitó la competición?

No me ha quitado nada, mi vida se ha basado en el deporte y me ha ayudado mucho a ser más perseverante, a trabajar en equipo, a tener el negocio que hoy en día tengo; vamos, es el vivo reflejo de lo que he sido yo, trabajo, mucho, mucho, mucho trabajo. Lo que me ha quitado quizás haya sido una parte de la adolescencia en la que te tienes que entregar y quizás la ausencia de esa etapa en la que pasas de ser un niño a un adulto, donde decides dejarlo todo e irte a una cosa que es un poco incompatible con la adolescencia.

Eres un piloto tremendamente accesible a la gente, uno al hablar contigo tiene la sensación de hacerlo con un compañero con el que sale de ruta en moto, ¿Es difícil mantener la cabeza bien amueblada para no terminar subido en un pedestal?

Lo que pasa que yo siempre he tenido la gran suerte de tener la familia que tengo, que es lo más importante en mi vida. Soy el pequeño de siete hermanos y siempre se dice que el pequeño es el más consentido, ¡Lo habré sido!, pero ellos lo que han hecho es enseñarme los valores de la vida, no he sido buen estudiante pero si he sido bien educado, que es lo ahora pienso yo que falla, estudian mucho, saben mucho pero muchos de ellos son unos maleducados y el primero el que tengo yo (sonríe y mira a su hijo), que está todo el día enganchado al móvil, al final acabas hasta discutiendo con la mujer jejeje. Entonces, mi grandísima suerte es que desde el principio mi familia ha estado a mi lado y me ha dicho claramente que es lo que se puede o no se puede hacer, lo que está o no está bien.

Aunque hubieses ganado cuatro mundiales seguidos, ¡Seguirías siendo la misma persona?

Si, claro que sí. Uno tiene que tener valores aunque sea un astronauta.

¿Cuándo te ha reñido tu madre por tema de motos?

Sonríe Herri, en las motos nunca me ha reñido por nada, ella de motos no entendía y me ha ayudado en todo, es mi mayor fan, mi mayor seguidora.

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Herri Torrontegui vuelve al podio para una carrera de leyendas. Fotos: Elvia Mesqui. FUENTE: DEIA

¿Qué te obligó a dejar la competición?

Me retiré con 30 años habiendo visto el túnel en dos ocasiones, la primera, la que te he contado de la República Checa en el año 1994 y después en Jerez 1998, cuando gané el Campeonato de España en Supersport, empecé a correr con otro equipo y le choqué por detrás a un piloto, le salté por encima, volví a caer en la pista, tengo unas fotos donde estoy allí sentado en el suelo, con un montón de motos a mi alrededor, y ahí, ahí si que ya dije, ¡Se ha terminado, me voy para casa!. Concluí la temporada y dejé de correr. Te das cuenta de que también hay muchas más cosas bonitas en la vida para disfrutar de ellas.

¿Qué le dirías a esta gente joven que quiere ser piloto profesional?

Pues que tienen que sacrificarse mucho, muchísimo. Hoy en día hablo con muchos pilotos y con sus padres claro, y siempre me vienen con la misma “milonga”, que no hay medios, que no hay medios, ¡Hombre, pues con esa actitud a dónde vas a llegar, busca gente que te ayude a cumplir tu sueño, pero para ello, demuestra que mereces la pena! Hay que empezar con humildad, y ese es el problema, que muchos ya se creen algo y se quejan de medios, ¡Tendrás que demostrar algo para que lleguen a interesarse por ti!, empezar a correr en la categoría en la que puedas correr, dentro de un orden y poco a poco, con constancia y con trabajo y luego claro, cuando estamos en circuito, que le digan a un padre ¡Mira, tu hijo es un madero!, pues no se lo toman nada bien, y oye, no todos pueden ganar ni estar ahí. En categorías pequeñas, la culpa siempre se la echan a que no hay medios, ¡Yo le hacia la comida a mi mecánico!, ¡Medios, medios! ¡Habrá también que empezar poco a poco!. Les veo yo cuando van a correr las “carreritas” que están con el patinete, con la bicicletita, todo el rato vacilando, pues así no se comporta un espíritu triunfador deportista. Resulta que ahora muchas veces es una diversión que tienen los padres para que el hijo corra en una deportiva y hay un montón así y encima los padres quieren ser profesores,y tienen que dejar hacer a los que sabemos.

¿Cómo te defines ahora, después de tantos años en el mundo de la moto?

Pues como alguien perseverante y trabajador; he trabajado muy duro desde pequeño para conseguir mi sueño y mis padres me lo han enseñado.

A mí, solo me gustaría añadir a todo lo anterior, que eres una persona humildemente magistral, un buen ejemplo a seguir por todos aquellos que se quieran dedicar a la competición en el futuro y también para aquellos que creen que los valores están pasados de moda.

Muchas gracias Herri por haberme concedido esta entrevista.

“Mucho que aprender de estos pilotos legendarios que sientan cátedra”

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Elsi Rider
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